El Arte continúa abriéndose paso, evolucionando en todas y cada una de sus formas. Nos hace pensar, nos entusiasma, nos inquieta… Incluso a veces puede que ni lo entendamos. Pero nos transmite y está ahí, removiendo, como si de una masa para pasteles se tratara, nuestro hilo emocional.
Quizás la mejor parte de esa mezcolanza sea el crecimiento palpable de una nueva generación de Artistas que no deja de luchar y transformarse en sus obras y sus emociones, como es el caso de Pedro Rodríguez y su fantástica visión del Arte Urbano.
Pedro Rodríguez nació un 26 de mayo de 1971. Natural de Huelva, su curiosidad por el Arte fue palpable desde muy temprana edad. Una persona activa y curiosa, movida por la belleza de la cultura, se licenció en Bellas Artes en el año 1998 por la Universidad de Bellas Artes de Sevilla en la especialidad de Pintura.
Su recorrido por el territorio nacional e internacional fue más que notable, y su visión del Arte Urbano obtuvo una gran aceptación. Pero ¿Cómo ve Pedro Rodríguez esos paisajes? ¿Qué los hace tan especiales? Quizás debamos contemplar su obra un poco más de cerca. La plasmación en sus pinturas de las calles y las avenidas, de la vida entre horas, de la quietud y el silencio de las aceras bajo el ritmo frenético de nuestros pasos, el ruido y la calma haciéndose cómplices en un mismo lienzo.
Así es la obra de Pedro Rodríguez, capaz de hacernos oler el asfalto y el humo dentro de cada una de sus composiciones, haciéndonos partícipes de su visión como si contempláramos llover a través de un cristal que no se moja.
“En mi cabeza he pintado millones de cosas que físicamente no he hecho”. Su obra necesitaba evolucionar, y en esa frase que Pedro me transmitió se encontraba la pista de una nueva evolución en sus pinturas. El Arte Urbano comienza a difuminarse, a guiar nuestra visión desde la figuración a la más controvertida abstracción. Una melancolía subjetiva que irradia otro tipo de belleza sin dejar de llevar su firma en cada trazo y pincelada.
Las nuevas técnicas que emplea, como el papel tratado (más cercano a la abstracción), nos invita a trabajar en nuestra imaginación y formación artística como visionarios de sus cuadros. El paisaje comienza como el primer réquiem de nuestros sueños, y la teletransportación en cada una de sus obras pone en claro que Pedro es un Artista que nos seguirá sorprendiendo con cada cambio en su visión del Arte.
Gracias a su profesionalidad y cercanía, hoy podemos contemplar en estas líneas algunas de sus nuevas obras que, sin lugar a dudas, no dejará indiferente a nadie.
A gusto y contento con su nuevo concepto, Pedro nos desvela su propia transformación como Artista. Una inquietud de una mente que no cesa por renovarse y ofrecer, en cada una de sus pinturas, una percepción de la nueva melancolía y del nuevo olor a asfalto y a humo que tanto nos deslumbra en sus cuadros.
Highstar Madrid. Art Magazine
Por Rocío García Beas